El Centro Bonó

Puede observar el Centro Bonó de lejos. Un edificio simple y amplio, bañado en rojo y azul con tres carteles que destacan por su B, de Bonó, de Instituto filosófico, Centro de estudios sociales y Servicio jesuita a Migrantes.

Si fuera necesario definir la institución con una sólo palabra sería sin duda: multidisciplinar. Espacio de encuentro social, de reflexión crítica y acción transformadora;  también  ofrece servicios educativos y formativos de gran calidad, acompaña a organizaciones comunitarias de base y a movimientos sociales. Es reconocido y respetado por su trabajo de investigación, comunicación, educación e incidencia en políticas públicas.

Durante situaciones de emergencia humanitaria el Centro Bonó ha sido un ente de solidaridad y apoyo con las familias impactadas por desastres. Durante el terremoto que se produjo en Haití el 12 de enero de 2010 el Centro Bonó formó la Plataforma de Ayuda a Haití logrando junto a un conjunto de organizaciones de la sociedad civil dominicana y haitiana establecer un puente de ayuda y solidaridad de gran transcendencia entre dos pueblos tradicionalmente enfrentados.

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¿Cómo se mide el desarrollo?

Aterrizar en Santo Domingo por la noche no dejó que se la conociera bien. No vimos el mar mientras nos conducían por el malecón, tampoco las casitas construidas de colores, y menos aún la diversidad de su gente. Una de las mayores características de la isla, aunque todo el mundo conozca sus preciosas playas, es la desigualdad entre su población. Podemos afirmar que existe una clase media pero en su mayoría está viviendo una persecución económica que a pasos agigantados la está haciendo desaparecer. Los precios aquí son caros: la compra semanal en un supermercado “popular” cuesta lo mismo que en España, los alquileres rondan la oferta española actual, el agua, la luz y la gasolina cada día suben un “chin” más y los sueldos son bajos.

Así, no es extraño que una rama familiar viva en el extranjero, como tampoco, que la juventud con estudios superiores esté molesta aún teniendo un trabajo acorde con sus estudios. A pesar de identificarse con su labor diaria, ahorrar conlleva convivir en la casa familiar cuando se está en edad de independizarse, y sobretodo esfuerzos para desprenderse de lo adherente a la vida social que predomina en la etapa juvenil.

Si dejamos de lado la clase media, la extrema pobreza y riqueza luchan entre ellas en las calles de Santo Domingo. Nosotras que tenemos la suerte de ver a diario los contrastes, advertimos con asombro las disparidades de esta sociedad bizarra. Muchos otros, más adelante, nos han repetido que cada día es kafkiano en ésta ciudad. La ONG se encuentra en unos de los barrios más pobres de la ciudad: los niños caminan descalzos y alegres por las calles, todo el mundo tiene algo que ofrecer y vender, y mientras nadie quiera nada se entretienen mirando al resto del mundo o sacando la libreta de los deberes escolares. Los niños limpiabotas dicen que por las mañanas van al colegio público y por las tardes, después de viajes de 45 minutos, hasta bien entrada la noche se ganan la vida.

Hace unos días conocimos el centro de la ciudad, edificios de hormigón y asfalto, y mientras mirábamos desde la guagua (microbús o auto público) aparecían ante nuestros ojos los coches más caros del mercado que ni en Barcelona o en Madrid hemos visto pasearse. Nos comentan que aquí se instaló la única sucursal de Jaguar de toda Latinoamérica. Y el anterior presidente construye el centro de la ciudad con la idea de recrear un Little NY que tras shopping malls entre palmeras, al estilo Miami, le felicitan y se felicita a sí mismo por el resultado. Aquí viven y trabajan muchos dominicanos que disfrutan también del restaurante más caro del país (nosotras no nos lo podemos permitir), de las discotecas y las coctelerías. Esto es el desarrollo y el orgullo del país, y no sin parte de razón para los ciudadanos occidentalizados que en su mayoría esconden sus raíces con complejo como un día lo hizo Trujillo con sus antepasados haitianos.

Medir el nivel de desarrollo de un país implica a toda la sociedad, no se puede pretender obviar un parte de tu ciudad, siendo ésta donde la esencia o la complejidad siempre existente en todas las naciones del mundo. Negarse a edificar el futuro sin conocer la historia ni respetar y valorar los actores implicados conlleva a desigualdades sociales, al conflicto social y a la pérdida de la oportunidad de  construir una nación que todos, al fin y al cabo, queréis.

Buenos Días Dominicana

7:45. Llevo una hora despierta. No estoy segura si será el jet lag o sencillamente la emoción por salir a descubrir ésta ciudad bañada por el sol. Llevamos apenas 12 horas en este país y ya me siento parte de él.  Creo que ha sido amor a primera vista.

Una noche en el parque Duarte, buena conversación y una lluvia torrencial que tan sólo dura 5 minutos dando paso otra vez al húmedo y penetrante calor, al fin y al cabo señores, esto es el Caribe.

Sentadas en un banco nos empezamos a acercar a las problemáticas del país, las preocupaciones de su gente, las reflexiones de una nueva generación que lucha por el desarrollo de su comunidad, de su tierra. “Mañana hay asamblea a las 11-clama Tania- Hay que adelantar vainas ya”. Si, si, “vainas”, ese término cuyo significado sólo conoce el dominicano, pero que visto lo visto debe significar algo parecido a “cosas” o “movidas”…, deberemos seguir investigando.

Al ritmo de una cerveza Presidente helada, observamos un desfile constante de jóvenes que llegan al parque. Hippies, rastas, hipsters… aquí hay espacio para todos. “En aquella zona se sientan los homosexuales y en aquella otra los rastas”, comenta Graciela. Es el parque Duarte, punto de encuentro para la bohemia de Santo Domingo, un espacio para el ocio pero sobre todo para la reflexión, para el intercambio de opiniones de una generación dispuesta a luchar por el cambio, muy activa en movimientos sociales que ya no tiene la necesidad de callarse ni esconderse como años atrás.

“Miren la policía” -clama alguien a nuestro alrededor. En una camioneta que parece sacada de la cabalgata del orgullo gay una decena de policías se amontona como ganado. Sin duda alguna esta ciudad nos depara multitud de situaciones grotescas que contemplar y yo no puedo esperar ni un minuto más por conocerlas. Me levanto, me visto y a la calle. Santo Domingo allá vamos.

¡Hemos sido premiadas!

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Finalizó el verano, comenzó el otoño y sin dejar de refrescar ha traído consigo chispas ardientes. Ha llegado cargadito de injusticia congelada y recortada, sin servir para nada más que llenar las calles de hombres y mujeres dispuestos a pelear. Otros muchos indignados ausente apoyan desde sus puestos de trabajo, su país de acogida, su ordenador o en el sofá frente al televisor.

Para nuestro humilde proyecto llegaron buenas noticias, ¡Quenotelacuenten ha sido premiada en el concurso «Comunica que no es poco» organizado por la ONG Economistas sin Fronteras! El concurso que forma parte de un proyecto sobre Economía alternativa y ha sido organizado por la ONG española, se creó con el fin de encontrar canales creativos para comunicar alternativas a la economía actual y hacer crítica de las causas y los culpables de la crisis.

Como premio, Quenotelacuenten ha recibido la invitación para colaborar con el departamento de comunicación del Centro Bonó, un espacio de acción y reflexión en Santo Domingo, República Dominicana. Con mucha ilusión nos preparamos con rapidez entre mochilas, mosquiteras, y sin olvidar mantener los ojos bien abiertos para informales en los próximos días de peripecias, conversaciones y demás experiencias de viaje.

Sigan pues, visitándonos y leyéndonos para compartir nuestro disfrute y conocer los proyectos con los que trabajaremos en República Dominicana. Además mantendremos la información sobre otras economías, las causas y los culpables que nos ponen obstáculos en la carretera hacia una justicia global.

Hablemos de dinero

¿No nos interesamos hoy más que ayer donde demonios va nuestro dinero cuando lo ingresamos en el banco? ¿No te parece que nos informamos y leemos más ahora en época de crisis? ¿No te haces más preguntas? Por ejemplo ¿Qué hacen con mi dinero?

La historia de la humanidad está llena de épocas de transición donde renacen nuevos paradigmas y modelos que dibujan lo que más tarde se convertirá en pasado. Actualmente estamos viviendo un cambio en relación al dinero. La banca clásica está moribunda, si no podemos afirmar que a muerto ya. Los negocios bancarios pueden seguir su camino pero lentamente se fabrican nuevas alternativas más preocupadas por la sociedad y el bien común.

En sus años de existencia Bankia, Santander o BBVA (por citar algunas de las entidades españolas más conocidas) se han involucrado en proyectos educativos, culturales y sociales pero de tal manera que sus actividades no revierten en el tercer sector. En este punto me gustaría hacer referencia a un estudio realizado por el ingeniero Carles Escolano, el cuál concluye que bancos como el Santander o el BBVA «retraen contradicciones». Por un parte, siguen apostando por la inversión social aunque, por otro lado, disponen de filiales en paraísos fiscales, relaciones con la industria militar y proyectos energéticos con oposición en Latinoamérica. ¿Tiene ésta manera de hacer  algo que ver con la dignidad de las personas? ¿Cómo no sentirse engañado bajo está doble moral? Sin duda éste es el final de una etapa en la historia de la banca.

Aún así, la vida sigue y  necesitamos un lugar donde guardar nuestros ahorros. De la idea del triángulo entre dinero, sociedad y dignidad pudo resolverse una fórmula llamada banca ética. Hoy es difícil no haber oído hablar de este nuevo modelo de banca en España: «Aunque está muy lejos del volumen que mueven las cajas y bancos tradicionales, la banca ética creció un 54% el pasado año en España

Quizá el origen, o parte de este, sea Muhammad Yunus, el premio Nobel de la Paz por su desarrollo de los microcréditos para financiar pequeñas cantidades de dinero a personas humildes. Con ello inició una iniciativa que ha significado el acercamiento del dinero a proyectos humildes, y es esa la manera de hacer de la banca ética: abrir la puerta a un dinero más ético. ¿Cuesta entenderlo? es el futuro.

 

«Atrapadas por el algodón»

Esta semana se ha conocido que un proveedor de Zara, del grupo Inditex en Brasil, empleaba a trabajadores peruanos y bolivianos en condiciones de esclavitud. El asunto fue revelado por la red televisiva Band que acompañó a un equipo de fiscales del Ministerio de Trabajo en la liberación de 15 personas que trabajaban en condiciones inhumanas en dos talleres clandestinos de Sao Paulo. En éstas instalaciones, la empresa AHA fabricaba prendas para el grupo Inditex.

Noticias como éstas, salpican regularmente a multinacionales de la talla de Inditex. En 2011, se publicaba el informe elaborado por el prestigioso Centre for Research on Multinational Corporantions (una organización no gubernamental independiente holandesa encargada de escrutar a grandes multinacionales) y el India Commitee of the Netherlands ( ONG impulsora de la campaña Ropa Limpia) contra la explotación vinculada al comercio textil. El documento apuntaba directamente a grandes titanes del mundo de la moda como H&M, El Corte Inglés, Cortefiel, Inditex, Diesel, Gap, Timberland o Tommy Hilfiger.

Atrapadas por el algodón (Captured by cotton), nombre que recibe el informe, muestra el proceso de reclutamiento de miles de niñas y jóvenes de Tamil Nadu, al sur de India, de entre 14 y 20 años por parte de los fabricantes textiles. Privadas de libertad, sin contrato, en condiciones inhumanas y cobrando menos de 0,90 euros al día, elaboran prendas que luego vestiremos aquí, en el llamado primer mundo.

Campañas como la coodinada por Setem en España, Ropa Limpia, publican análisis exaustivos de la actividad desarrollada por las principales empresas textiles mundiales. A través de investigaciones, campañas de concienciación y movilización, presión a las empresas y denuncias; la campaña Ropa Limpia trata de mejorar las condiciones laborales dentro de la industria textil y empoderar a los trabajadores.

Para terminar con el post de hoy, nos gustaría dejaros un reportaje de investigación emitido en el canal público France 2 el pasado 18 de mayo de 2012, que indaga en el oscuro mundo de Inditex y sus proveedores. Seguro que depués de verlo, nos lo pensaremos dos veces antes de entrar a comprar a Zara.

Pero mira como suben…

La crisis alimentaria y nutricional que vive la región africana del Sahel está afectando a 19 millones de personas, entre las cuales hay un millón de niños menores de cinco años en riesgo de desnutrición aguda.

Desde la FAO se insiste en que la producción agrícola del 2012 se ha reducido drásticamente debido a las plagas, la tardanza del período de lluvias y lo irregulares que éstas han sido. La producción de cereales ha disminuido un 26% respeto al año anterior y el precio de los alimentos y del petróleo ha subido drásticamente. Ya en diciembre de 2011, el precio de los cereales en el Sahel era un 60 %, incluso, un 85% superior a la media de los últimos cinco años.

En una región donde la gran mayoría de la gente vive de lo que cultiva, la prolongación del actual período de sequía ha provocado un profundo agravamiento de la crisis. Los países más afectados por esta bajada de la producción agrícola, Gambia, Senegal, Níger, Mauritania y Burkina Faso; ya han solicitado asistencia internacional.

A la par a ésta situación,  la inversión financiera en alimentos  se ha popularizado como un valor en alza entre los especuladores. ¿Cómo afecta ello a la volatilidad de los precios de los alimentos? Aquellos países cuyos ingresos son bajos, que tienen déficit alimentario y una mayor dependencia (deuda externa), dependen de la compra de excedentes alimenticios. Por tanto, si los precios de éstos son cada vez mayores, la población se ve incapaz de asumirlos.  Esta situación sumada  a un incremento de la inseguridad en la región agravado por el conflicto en Malí, está llevando a las familias al borde del abismo.

Tal y como abogan algunas teorías, esta especulación alimentaria nace en la creciente demanda de grano por parte de Asia y la demanda de biocombustible. Pero no continuaremos con una rueda de culpabilidad, ya que la realidad es que el planeta puede producir alimento para todos los humanos, tan sólo necesitamos cooperación y una repartición equitativa.

Como asegura Olivier de Schutter, “Cuando llegan las informaciones sobre los incendios en Rusia o el exceso de lluvias en Canadá, algunos operadores prefieren no vender inmediatamente, mientras que los compradores buscan comprar lo más posible”. Mientras existan personas que para obtener mayor cuantía de dinero se aprovechen de las necesidades de las personas no conseguiremos nada.

La Economía del Bien Común: un modelo alternativo en alza

Inmersos en la profunda crisis económica y financiera que vivimos, muchos nos preguntamos sino es ésta en realidad una clara muestra del declive del sistema. Es paradójico que una herramienta creada a merced del ser humano como es la economía destruya y arrase con todo a su paso como si de un huracán se tratase.

Frente al actual sistema neoliberalista en el que vivimos, nuevos modelos antagónicos surgen con fuerza. Hoy nos gustaría acercaros a todos aquellos que aún no la conocéis la propuesta de Christian Felber: la Economía del Bien Común. Felber, miembro y fundador de la organización Attac, ha creado un nuevo paradigma a caballo entre el capitalismo y el comunismo, un modelo que pone a la empresa al servicio de la sociedad.

Su teoría parte de la premisa de que aquellas empresas que cumplan con una serie de parámetros (balance del bien común)  obtengan ventajas fiscales que a la larga reviertan en la reducción del importe de sus productos. El balance del bien común se convertiría en el indicador principal de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la actividad, mejores serían los resultados de dicho balance y esto se reflejaría en sus productos mediante un color distintivo.

De esta manera el consumidor podría decidir de forma sencilla e inmediata si opta por comprar las galletas  X o las Y,valorando además del precio y la marca  el grado de beneficio que  la empresa reporta a la sociedad.

Si os habéis quedado con ganas de conocer más en profundidad este nuevo paradigma, os dejamos un vídeo de Christian Felber explicando los detalles de un modelo que a día de hoy cuenta  con multitud de seguidores en todo el planeta.

Comunidad y economía de mercado

¿Puede alguien asociar los conceptos «autonomía e independencia», «participación económica» o «interés por la comunidad» para definir una empresa?

Tres de estos conceptos corresponden a los principios cooperativos establecidos por la ACI, una organización internacional que representa a todas la cooperativas del mundo. Si todavía no conoces que es una cooperativa, sigue leyendo para descubrir algunas de sus características y encontrar cuál de ellas puede estar cerca de tu casa.

Aunque muchas veces se crea que solo existen cooperativas de verdura y fruta, la verdad es que podemos encontrar en todos los sectores: bancarias, de crédito y ahorro, industriales, de seguros, servicios públicos, turismo y un largo etc.

Las cooperativas responden a un número X de personas que se convierten en socios y gestionan de manera democrática unos intereses económicos, sociales o culturales dentro de la economía de mercado. Cada día en todo el mundo siguen creciendo y expandiéndose, siendo la empresa que mejor representa a la economía social.

En una época de nuevos paradigmas, muchas personas deciden dar el paso y comenzar negocios con esta estructura o renovarse de esta forma. En nuestro país ya tenemos varios ejemplos activos y de éxito.

Las cooperativas más activas en las redes sociales son sobretodo las que se dedican al consumo, de entre ellas, Bajo el Asfalto está la Huerta Crica son un buen ejemplo. Pero com hemos dicho, existen un sin fin. Vidamar es una cooperativa especializada en el ámbito de lo social, ofrecen servicios de formación, investigación, evaluación y son las encargadas de gestionar el servicio a domicilio del Ayuntamiento de Níjar (Almería). En Córdoba nos encontramos el Colegio Almanzor; en Sabadell (Barcelona) el transporte urbano está gestionado por una cooperativa y también en Barcelona podemos encontrar hasta un hospital, el Scias.